jueves, 19 de agosto de 2010

Buscando opciones...

Hacía varios días que, mi novio/spanker y yo, no practicábamos el spanking... Primero por las visitas que ya había comentado y después por la mudanza que, hasta la fecha, nos mantiene bastante ocupados. Anoche llegamos tarde a casa después de haber estado buscando el regalo de cumpleaños para una de sus hijas... las luces de los vecinos ya estaban todas apagadas, excepto por los del piso de arriba... aún podía escucharse a los niños correteando por el departamento y a la mamá insistiendo para que fueran ya a dormir... como están de vacaciones.

Mi novio/spanker llevaba ya unos días insistiendo y yo haciéndome la loca... que si me duele esto, que recuerda que me caí y mi esguince... ouch!, que si esas cosas propias del género femenino y blah, blah, blah... pero anoche no me salvé. A mí me daba muchísima vergüenza que los vecinos fueran a escuchar algo... a cada azote le suplicaba que no lo hiciera, que nos iban a oir, que encendiera la televisión... y él nada que cedía. Por fin, después de unos 15 azotes me dijo que fuera rápido y eligiera algún instrumento que hiciera poco ruido porque de todos modos no me iba a librar de esta.

Corriendo fui a la otra habitación y, entre cajas y cajas, encontré una varita delgada que serviría para lo que queríamos... De antemano yo sabía que dolería pero estaba demasiado preocupada por el ruido... No me equivoqué, dolió muchísimo y las marquitas rojas no me dejarán mentir... la parte difícil fue también contener los grititos, los gemidos y la pasión irrefrenable que vino después pero, como diría un amigo, esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión...

Yo Spankee

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Y después de todo, cuando vendrá esa otra historia que mencionas al final??