jueves, 25 de marzo de 2010

Mantenimiento.

Ayer fue miércoles de 'nalgas rojas' y ésta vez no hubo nada que me salvara de una buena tunda... al contrario, las deudas por pagar eran demasiadas y ni siquiera un partido de futbol fue de tantita ayuda. El trato era: si aciertas al marcador habrá la mitad del castigo... pero si no, será el doble. Estúpida selección mexicana...
Además hubo una pregunta un tanto perturbadora que ahora mismo me tiene un poco temerosa, deseosa también. Lo interesante del diálogo que leerán a continuación es que se llevó a cabo conmigo en posición otk y las consecuencias obvias de ello.
  • - ¿Qué se necesita para que llegues a un miércoles de 'nalgas rojas'... con las nalgas... rojas!?
  • - Esteeeee... ¿una buena tunda?...
  • - No, señorita... 'mantenimiento', se necesita: MANTENIMIENTO.
  • - ¿?
  • - A partir de mañana recibirás una tunda diaria... la próxima semana salgo de viaje y deseo que, aunque yo no esté, tus nalgas luzcan un hermoso y ardiente color 'rojo' en miércoles, como corresponde...
Entonces aquí estoy, ansiosa por lo que será la semana de 'nalgas rojas' para que la idea de mi novio, de llegar al miércoles como debe ser, se cumpla. Ouch!
Yo Spankee

viernes, 19 de marzo de 2010

Jueves de nalgas MUY rojas.

Sé que algunos se quedaron con la duda de si mi novio habrá hecho efectiva la amenaza... pues bien, lo hizo. Como si no hubiera pasado nada se propuso recuperar el día miércoles... 

El jueves fui obligada a despojarme de mi ropa por completo y asumir la posición boca abajo sobre la cama... Las cuentas a saldar eran muchas y a ello sumábamos las que acababa de hacer/decir/gritar/ganar...

Perdí la cuenta y las lagrimitas amenazaban con asomarse cuando, boca abajo y con un cuaderno frente a mí, fui obligada a escribir una plana de cierta frase acerca de mi negatividad... ouch!.. y como si no hubiera sido suficiente con eso... 'la letra está muy fea, la vas a repetir'... Todo esto mientras mi pobre cola era azotada a mano limpia y en la segunda plana con una cinta de mezclilla que, con la fuerza necesaria, causa bastante dolor y no deja marcas... aunque eso ya era lo último que me importaba. todo parecía ponerse peor pues esa segunda lista tuve 2 tachones porque entre que me retorcía y cerraba los ojos me equivoqué y no se me ocurrió algo mejor que rayar encima y continuar.

Después el cepillo y promesas que hice a fuerza de dolor. 

El castigo no quedó en eso, como si hubiera sido mi culpa que el día oficial de 'nalgas rojas' no se llevara a cabo, cada día ha habido una porción correspondiente y ahora mismo me es complicado mantener una sola posición sentada frente al monitor.

Espero con ansias que sea miércoles de nuevo, mi cola y yo deseamos retomar el ritmo habitual... esperando que así sea en realidad... (o no).

Yo Spankee

jueves, 18 de marzo de 2010

Miércoles de nalgas rojas...

Hace ya 3 semanas que llegó mi novio a vivir conmigo... no sé por qué se le ocurrió establecer que los días miércoles fueran de 'nalgas rojas' (yo feliz)... Durante la semana se van acumulando mis faltas y llegado el día correspondiente me toca pagar por ellas. Ciertamente es una situación por demás excitante, sobre todo cuando es martes en la noche y él se frota las manos como saboreando lo que habrá de suceder el día siguiente mientras lo anuncia amenazante.

También es cierto que los 'miércoles de nalgas rojas' no impiden que cualquier otro día yo sea castigada por algún motivo que no puede darse el lujo de esperar hasta 3, 4 o más días... Además mentiría si dijera que no me esfuerzo lo suficiente como para que el miércoles ya no alcance para pagar todas y cada una de mis fechorías, berrinches y dramas que, inevitablemente, me hacen acreedora a una buena tunda.

Pero ayer pasó algo... las nalgas no estuvieron rojas ni un solo instante del día... Mi trabajo me mantiene todo el día fuera de casa y por la noche, cuando debería haber sido el momento de pagar cuentas, mi novio se sentía enfermo y yo, dejando a un lado mi papel de spankee tuve que actuar como novia comprensiva y cariñosa... anoche no dormí velando su sueño... ésta mañana no quería salir de casa para no dejarlo solo y bueno... tuve que hacerlo.

Justo cuando me incliné a darle un beso de despedida me tomó de la mano apretando un tanto fuerte mi muñeca, acercó sus labios a mi oído y me dijo en un susurro: 

  • Ni creas que te vas a salvar de tener las nalgas rojas... solo espera a que me recupere, niñita...
Una sonrisa se dibujó en mi cara, lo besé en los labios y salí contenta a cumplir con mis compromisos laborales... espero que más tarde ya se sienta mejor... XD

Yo Spankee

martes, 9 de marzo de 2010

Vivir con la cola roja...

Una de las fantasías de toda spankee (creo) es vivir constantemente con la sensación del castigo... experimentar la atmósfera que envuelve a cada encuentro entre uno mismo y aquel(la) que ha de ser el ejecutor del mismo... Sabemos que detrás de una situación spanka está el juego, la provocación, el motivo por el cual, seguramente, terminaremos (casi) arrepentidos y con la cola roja.

Personalmente he de decir que adoro sentirme acorralada y sin ninguna respuesta capaz de evitar o siquiera disminuir el castigo que seguramente merezco... Aunque algo que aún no he aprendido a manejar es aquello de las miradas... así que prefiero hacerme la occisa, cerrar los ojos e inventarme algún puchero como mi última esperanza para conmover a quien me mira con dureza moviendo amenazante el cinturón en sus manos.

Una de las cosas que más disfruto (y temo) es cuando me anuncian que me quedarán las nalgas como tomate, que no podré sentarme en no sé cuanto tiempo, que me va a quedar 'la cola  bien roja'... es durante la pronunciación de esas palabras cuando deseo que todo termine... sí, que me quede la cola roja pero que no lo haga más largo, por favor.

Ahora que he comenzado una vida de pareja al lado de mi novio, al que yo tenía por 'vainilla' pero no, me he dado cuenta de que no estaba equivocada al desear tener siempre la cola de ese color que me inspira a ser una caprichosa mal portada... Cualquier oportunidad, por mínima que sea, sirve como pretexto para bajarme las bragas y aplicarme unas buenas nalgadas... cada detalle puede ser usado en mi contra y qué decir si después de alguno de mis berrinches lo único que se menciona es un número... entonces yo sé que, apenas lleguemos a la casa, esa cantidad será aplicada en azotes sobre mi trasero....

No se trata de una relación de disciplina doméstica... simplemente es un juego que llena nuestra vida sexual y la hace más divertida y mucho más intensa... De hecho sé que estoy al lado de un hombre que es inteligente, maduro, divertido y sensato... Sé que jamás arreglaría un problema con golpes o cualquier tipo de violencia... Sé que estoy enamorada y feliz de compartir una fantasía y sobre todo... de vivir con la cola roja...

Yo Spankee
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