sábado, 29 de junio de 2019

Tic tac.

Han pasado muchas cosas últimamente, entre ellas, me he ganado varios castigos, algunos muy severos y otros lo normal. No sé en qué momento traspasé la línea.

El 'birching' es una práctica clásica dentro de los castigos corporales, sin embargo, para mi gusto (y, afortunadamente, el de mis tutores) se trata de un castigo muy fuerte que sólo debe ser utilizado por motivos verdaderamente graves, este es uno.

Ella saldría de viaje y él estaba demasiado ocupado, como siempre, con cosas de trabajo y sus interminables negocios aquí y allá; eso me dio una pequeña tregua, sin embargo, ella me anunció que aprovecharía su viaje para conseguir distintos tipos de varas, mismas, que yo utilizaría para armar un 'birch' y ser castigada.

Él es muy tradicional, confía mucho en su técnica y su fuerza para aplicar un castigo. Él no necesita instrumentos, sus manos combinadas con su voz y su mirada, son capaces de hacer temblar a cualquiera pero, aprovechando la pausa que ella definió con su viaje, él pospuso también el castigo y dijo que lo aplicaría en cuanto ella volviera, así podrían hacerlo juntos. Eso es tortura psicológica.

Tener 2 spankers es un riesgo gigantesco, no hay forma de librar los castigos, al contrario, las consecuencias se pagan al doble o más... Y si se ponen de acuerdo o se sincronizan, muchísimo peor.

He recibido algunos mensajes de ella, lo está pasando muy bien en su viaje, me envió fotos con paisajes hermosos y, antes de despedirse, me dijo que ha conseguido muy buenas varas, incluso mencionó los nombres de los árboles y las características de cada uno de ellos. Ve preparándote, llego en 2 días.

Confieso que muero de miedo, aunque estoy consciente de merecer el castigo, no puedo dejar de desear que pase algo, cualquier cosa, que pueda librarme de esto. Él, por su parte, me ha mantenido en constante vigilancia, cualquiera de mis movimientos produce un recordatorio y la consecuente amenaza: en cuanto ella esté aquí, arreglaremos cuentas tú y yo, mocosa... Y no creas que estás exenta de recibir un adelanto si lo considero prudente, así que ve con cuidado, te voy a traer bien derechita.

Escuchar esas palabras salir de su boca con la voz grave y tan masculina que le caracteriza, sostener la mirada ante la suya debajo de esas espesas y acusadoras cejas; consigue que mi estómago dé 3 vueltas. Sólo puedo asentir resignada. Es decir, el miedo a las varas de ella, las amenazas constantes de él y la culpa que me obliga a aceptar sumisa el castigo que ellos decidan darme, me tienen con el alma en un hilo...

Ahora solo queda esperar, la ansiedad me está matando. He entrado a googlear los nombres de las varas y me dan ganas de llorar desde ahora. Algunos amigos del mundillo me han dicho que duele mucho cuando te castigan con un 'birch' y estoy temiendo que sea así, además, estoy procurando no empeorar la situación y trato de ser un ángel, aunque es muy difícil.

Me estoy volviendo loca con el tic tac del reloj.

YoSpankee

1 comentario:

Severo dijo...

Como me alegro de volverte a leer... besitos y...ya sabes.