domingo, 5 de enero de 2020

Fin de año. .


Siempre es un placer despertar a su lado. Abrir los ojos y observarlo fijamente, se ha vuelto uno de mis hobbies favoritos.

Este fin de año decidimos hacerlo distinto, prescindir de las fiestas y evadir los compromisos. Optamos por ser sólo él y yo, sin escándalos ni parafernalia. El plan fue hecho desde hace semanas y, aunque hubo que cruzar los dedos para que él pudiera cumplir a tiempo con todos sus compromiso laborales, yo me puse a prepararlo todo con gran dedicación.

Busqué varias opciones: hoteles, departamentos fuera de la ciudad, cabañas, etc. Opté por una cabaña en el bosque, encontré la ideal a 45 minutos de la ciudad. Tenía chimenea, un salón muy amplio, pisos de madera, estilo rústico mexicano. Debo confesar que, aunque tenía varias opciones, el voto ganador lo dieron las cuartas de cuero que hay colgadas en los gruesos muros de ladrillo. Es fantástico cómo, de manera casual e inofensiva, estos instrumentos decoran comúnmente las casas mexicanas, especialmente en el campo

Salimos muy temprano de casa el día 31, el día anterior yo había ido al súper para comprar todo lo necesario para pasar un par de días. Llevaba comida, vino, agua, velas, cobijas, etc. Él, por su lado, también preparó 'la maleta' en donde guarda todo tipo de instrumentos y juguetes, ustedes saben.

Hacía mucho frío y aún estaba muy oscuro. Me encanta ser su copiloto, podemos hablar de todo y nada a la vez, escuchamos música, cantamos, bromeamos y reímos. El camino se hizo tan corto, fue riquísimo sentir su mano acariciar cariñosamente mis muslos durante todo el trayecto.

Antes de llegar a la cabaña, pasamos al pueblo y desayunamos algo caliente, compramos algunas otras cosas y, por fin, nos dirigimos a ese 'encerrón' que tanto prometía. Yo estaba muy ansiosa pues, a pesar de desear tanto compartir con él estos días, también sabía que tenía varios pendientes por saldar. 


Desde el principio, nuestra relación se ha caracterizado por funcionar a partir de la disciplina doméstica, en la que él se dedica a guiar mi conducta, establecer reglas, poner límites y, en caso necesario, sancionar las faltas por medio de castigos corporales tales como nalgadas, azotes en nalgas, muslos y pantorrillas, tiempo en el rincón (ya sea de pie, de rodillas o sentada después de una azotaina), juegos de temperatura con cera caliente y hielo; incluso, en algunas ocasiones también utiliza algún otro tipo de sanción como jabón en la boca, vaporub o jengibre en el ano y distintos plugs, todo de acuerdo a la o las faltas que haya que corregir.

Mi plan, además de romántico, también incluía saldar las cuentas que teníamos pendientes pero, claro, esperaba que fuera más sexo y placer que otra cosa. 
Todo iba muy bien, la cabaña se sentía cálida por el fuego de la chimenea, lo cual aprovechamos para prescindir de la ropa. Debo confesar que soy adicta a sus labios, sus besos pueden hacerme perder la razón. También amo enredarme en sus brazos, oler su piel, sentir su calor invadir mi cuerpo. Disfruto mucho de sus manos grandes recorriéndome de arriba a abajo, la fuerza de sus brazos para manipelarne de un lado a otro... En pocas palabras, me encanta ese hombre.

Comenzó tierno, sus besos y sus abrazos me envolvieron en una atmósfera rosa y me dejé llevar, pude sentirlo dentro de mí de distintas formas hasta que llenó mi cuerpo con sus fluidos. Fue delicioso. 

Es fantástico ese momento de desahogo, esos instantes en que la fuerza abandona el cuerpo y el placer llega a su punto máximo. Esa mirada suya de ojos entrecerrados y brillo inexplicable, es mi máximo. 

Unos minutos bastaron para que, decidido, se levantara de la cama, tomará una 'cuarta' de cuero que pendía de un clavo en la habitación y, con esa sonrisa hipnótica y perversa al mismo tiempo, dijera: prepárate, es hora de despedir el año.

YoSpankee 

3 comentarios:

Campirela_ dijo...

Sin duda la mejor opción de despedir el año y comenzarlo ..Un saludo

Anónimo dijo...

Hola, somos la pareja del blog Oleadas de placer y hemos subido un post con un relato erótico en el que nombramos tu blog, por si te apetece leerlo ¡Gracias!

Oleadas de placer

Lidia dijo...

Feliz Año Nuevo!!!, gracias por compartir las historias!! y espero que las vacaciones fueran con mucho amor y cariño y no muy dolorosa!!
Buen año!!