viernes, 17 de mayo de 2013

Mi primera sesión de spanking.



Llevaba algún tiempo indagando del tema en cuanto rincón de la red era posible, encontré varias páginas que ayudaron a aliviar mi curiosidad y otras que alborotaron mis deseos por participar, de manera activa, en esto que llamamos mundo spanko. El Facebook fue uno de los espacios que más me ha ayudado a dar salida a esto que, seguramente todos los que participan en esto, ya conocen.

Mantuve contacto con un spanker, estuvimos charlando de manera virtual durante unos cuatro meses hasta que, desarrollada la confianza y creados los lazos necesarios, planeamos un encuentro real… el cual llevamos a cabo una tarde en que me volé la clase de francés, jaja.

Habíamos acordado un punto de reunión intentando no ser muy obvios, además necesitaba sentirme segura, todavía no me caía el veinte de lo que estaba por suceder. Llegué al lugar señalado y lo vi, me acerqué hasta donde estaba y extendió el brazo para que yo supiera que sí era él a quien buscaba pues, aunque habíamos intercambiado fotografías, jamás nos habíamos visto antes, no así. Nos dimos un abrazo fuerte y apretado, justo lo necesario para ayudar a que los latidos de mi corazón disminuyeran el ritmo. Estaba muy nerviosa.

Me invitó a caminar por el parque en el que estábamos mientras charlábamos para disminuir la tensión, sobre todo la mía porque hay que recordar que se trataba de la primera vez que experimentaba un encuentro ‘de estos’.

Tomamos un taxi hacia el lugar en el que se llevaría a cabo la sesión, un hotelito discreto pero muy cómodo… habitación 402… Apenas entramos dejé mis cosas sobre una mesita mientras él cerraba la puerta. Se acercó a mí, me tomó de las manos y mirándome fija pero tiernamente me explicó en lo que consistiría la sesión. En una plática breve establecimos las reglas, los  límites, palabras de seguridad, motivos, circunstancias del castigo… en fin, todo iba tomando forma.

Entré al baño a cambiarme, me puse un uniforme improvisado como si de verdad hubiera ido a la escuela. Antes, mientras estábamos en el parque me dio una nalgada para que yo le dijera si así estaba bien de fuerza… pero lo mejor estaba ya por venir.

Días antes habíamos acordado que yo llevaría mi lista de calificaciones reales. Durante toda la sesión fue muy paciente conmigo, en ese momento me preguntó (por enésima vez) si me sentía bien como para continuar. Respondí que sí... y entonces comenzó.

El plan era el siguiente: yo iba llegando de la escuela a la casa y entraba a su habitación para saludarlo mientras él veía la TV... de verdad no sé cómo hice para controlar mis nervios, la ansiedad me tenía vuelta loca.

Lo saludé con un beso y un abrazo, me invitó a sentarme junto a él y me preguntó cómo me había ido. Le conté de mi día, cosas triviales y sin importancia, seguíamos viendo la TV cuando de pronto…



- Ah, por cierto, hablando de la escuela...
- ¿Qué pasó?
- ¿No era hoy cuando te entregaban calificaciones?
- Eemmm.. .creeeooo que sí...
- ¿Crees?
- Bueno, sí me las dieron...
- Pues déjame verlas por favor.
- Mmm... ok... (tuve que entregarle las calificaciones y entonces supe lo que seguía)


Comenzó a ver la lista, sus expresiones me preocupaban… más porque yo sabía muy bien lo que ese papel contenía.



- A ver, en qué quedamos, ¿cuánto era lo mínimo que podías sacar?
- Ocho... pero es que no fue mi culpa, estaba muy difícil...
- No me vengas con esas cosas, siempre dices que todo está muy difícil, y no eres la única que va a esa escuela (me dio un jalón de oreja, yo solo me limitaba a hacer pucheros y mantener la mirada fija en el piso) ... ya te había advertido, ¿o no?
- Si, perdón... (en este momento me sentía culpable… culpable y arrepentida porque, además, recordemos que las calificaciones era reales.)
- Nada de perdón, te comportas como niña chiquita y si actúas así voy a tener que tratarte como tal.


Me tomó de la mano, se sentó en la orilla de la cama al mismo tiempo que me jaló, no muy fuerte, y me tumbó sobre sus rodillas, no pude oponer resistencia alguna.


*** Yo estaba metida en mi papel, ya no tan nerviosa y, medio segundo antes de la primera nalgada recordé cuánto me había dolido la que me dio en el parque... toda la sesión fue sobre la falda, pero la fuerza iba en aumento, dos o tres veces estuve a punto de decir la palabra de seguridad, pero no fue necesario... Tal como mi spanker me lo había advertido, tenía manos bastante pesaditas, no se cansa muy rápido y además es ambidiestro.***



Así, recostada sobre sus rodillas, con una mano me tomaba de la cintura y con la otra me daba las nalgadas al mismo que me regañaba... una y otra vez tuve que aceptar que no estaba haciendo lo suficiente en el colegio, que merecía este castigo y que me comprometía a esforzarme más… los azotes caían sobre mí con más fuerza y velocidad cada vez, mi cuerpo se contraía y el dolor iba creciendo también conforme pasaban los minutos…

Las calificaciones estaban frente a mí, sobre la cama, y él ya me había advertido que por cada materia en la que tuviera menos de 8 serian 30 nalgadas... haciendo cuentas vi que de las puras calificaciones de todo el semestre serían 330 nalgadas, también se fijó en las veces q había faltado a alguna clase, lo cual me sumaría otras tantas... en total fueron como 370 o 380 en 3 distintas posiciones: otk (la que mas me gusta), con las manos apoyadas en la pared (esas fueron las mas fuertes) y acostada boca abajo en la cama.

Durante la última tanda de nalgadas me advirtió que no se detendría hasta que yo le explicara por qué había faltado a la escuela y, por más pretextos que inventé, terminé pidiendo perdón, suplicando que se detuviera y comprometiéndome a que no volvería a suceder.

Por fin terminó.

Luego se acostó al lado mío, me acarició la cabeza... me abrazó y me sobaba la zona castigada que, por cierto, dolía muchísimo.



No podía creerlo, acababa de vivir por fin mi primer experiencia spanko REAL…



Mi spanker fue muy respetuoso, siempre atento a lo que yo tuviera que expresar o decir, incluso me preguntó si podía sobarme o si yo quería que lo hiciera... obviamente dije que sí.

Estuvimos un rato así, acostados, luego me preguntó si quería verme en el espejo, asentí y él se volteó para otro lado para no incomodarme... Uufff!!!, tenía las nalgas muy rojas, algunas marcas en los muslos y otras casi en la espalda baja, algunas rojas y otras moradas...

Después de intercambiar comentarios acerca de lo que acababa de suceder, acordar lugares en los que no me gustó que me azotara y los que sí, salí casi infinitamente feliz de ahí, aunque muy adolorida. En 3 días no me pude ni sentar bien, una semana después el dolor ya era mínimo, no me molestaba tanto y las marcas casi habían desaparecido.

Preguntó si quería seguir la relación con él y le dije que sí... preguntó si sesionaría otra vez y respondí que sí, pero había que planearlo bien y esperar el momento adecuado.

Este fue el relato de mi primer experiencia spanko y, después de todo, no estuvo nada mal… lo cierto es que tuve oportunidad de descubrir que soy una spankee joven pero capaz de tomar sus propias decisiones… nunca volví a sesionar con este spanker pues mi interés se limitaba al spanking disciplinario y él, por el contrario, buscaba spanking erótico y, aunque respeto los gustos de cada uno, prefiero ser fiel a lo que me indica mi cuerpo, mi corazón y mis deseos.


*   *   *   *

Quiero agradecer a Pequeña Kat Spk por darme la oportunidad de jugar con sus recuerdos y mis letras, por permitirme conocer su experiencia como spankee y sus emociones como mujer y amiga... 

YoSpankee

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me alegra ser la primera en comentar ya que aún no conocía tu blog ^^

He estado leyendo algunas entradas y me parecen muy interesantes.

Este relato en particular, entiendo que es de una amiga tuya, ¿no?. Me ha gustado mucho esta primera vez, aunque el spanking que yo practico sí que es erótico, no disciplinario, y es bastante más flojito, pero el relato resulta muy excitante.

Saludos!

Yo spankee dijo...

Gracias por la visita y por el comentario... concuerdo por completo contigo porque yo también soy asidua practicante del spanking erótico... no creo mucho en esto como método de disciplina y menos tratándose de adultos... prefiero hacer buen uso de la humedad que el jueguito me provoca, jeje.

Saludos desde México.

Anónimo dijo...

Yeeeeeeeiiiii, sabías que ibas a hacer magia con el relatucho ese que te mandé!! jajaja
De nada, gracias a ti por estar y por ser como eres...por tomarte el tiempo para leer y editar el texto de esa forma taaan especial que te caracteriza!!! :)
De verdad disfruté leerlo, es como si volviera a vivir mi primer experiencia....uuufffffffff!!! XD
jeje me encantó...tanto la experiencia como el post! Te quiero locaaaaaaa!!! XD
Y gracias Noa, por leer y comentar! ;)

Unknown dijo...

Me encantaria tener una experiencia así pero con una mujer mayor que yo. Tengo 35 años y soy de Buenos Aires Argentina.