La verdad es que fue imposible hacérselo saber pues, cuando yo reconocí mis gustos y comencé a practicarlos, él ya no formaba parte activa en mi vida, es decir, estaba ahí pero ya no éramos tan cercanos, hasta que su enfermedad nos obligó a coincidir de nuevo pero, claro, ya no era un tema del que pudiéramos o debiéramos hablar.
Pasé a su lado los últimos meses que tuvo de vida y, aunque quizá nunca se lo dije, agradezco mucho haber sido la persona que lo ayudó a despedirse de todo y de todos.
No podría decir que mi historia spanko sería inexistente sin su participación, porque mentiría, pero sí es cierto que él me enseñó a divertirne y disfrutar algunos juegos que más adelante, en mi adultex, tomaron un maravilloso sentido.
Sufrí mucho cuando murió y, lo confieso, muchas veces me pregunto, sí las cosas hubieran sido distintivo, si él no hubiera muerto, ¿acaso estaríamos juntos?... Nunca lo sabré, obviamente.
Lo cierto es que sigue en mi mente y en mi corazón, y así será por siempre...
YoSpankee
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