miércoles, 17 de abril de 2019

Spanking: Arma de doble filo.

Siempre he dicho que uno debe hacer y defender aquello que le hace feliz. Durante muchos años, el spanking ha formado parte de mi vida, una muy educativa y enriquecedora, además de placentera... Pero, últimamente, y sobretodo con respecto a mi interacción con otros spankos, el placer ha dejado de ser tal. Mi cerebro, mucho más que mi cuerpo, se ha puesto a la defensiva y, espero que sea temporal, se niega a pensar, buscar, sentir o hablar de spanking.

Escribo este post a manera de disculpa y explicación. Por ahora he tomado distancia de todos y todo lo que tenga que ver con el mundo spanko, excepto mi esposo (que a la vez es mi spanker pero, incluso él, por ahora no funge como esto último)... Lamento solo haber desaparecido pero, créanme, no dependió de mí, simplemente, fue algo que mi mente y mi corazón exigieron de un momento a otro.

Estoy tratando de sanar situaciones y relaciones que no me han hecho bien, insisto, no puedo continuar con el spanking y todo lo que lo envuelve, en tanto me produzca daño porque, como lo dije al principio, esto ha sido siempre con fines de placer. Siento mucho los inconvenientes que esto les provoque.

Por otra parte, espero y deseo, esto no es algo definitivo pero, si soy honesta, no sé cuando vaya a pasar. Aprovecho este espacio para decir a los que quiero, que los quiero y los extraño mucho, que me perdonen y que no me olviden. Recuerden que solo soy, además de spankee, una chica común, tan ordinaria como vulnerable, así que, ténganme paciencia y sepan que, a pesar de la distancia (en todos los sentidos), los llevo siempre en el corazón. Besos a todos.

YoSpankee