sábado, 21 de julio de 2018

INCERTIDUMBRE II

A petición de Gina...

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Parecían horas las que llevaba ahí inclinada, esperando, escuchando solamente su respiración un tanto agitada. Pude sentir sus manos en mi piel mojada. Tocó mis caderas primero, luego mis muslos, separó ligeramente mis nalgas; parecía como si estuviera acariciando un caballo, admirando sus ancas y haciendo un juicio previo mientras decide si montarlo o no. Me estremecí cuando, con ambas manos, dejó caer un fuerte manotazo, uno en cada nalga. Después acarició con suavidad y dio un paso atrás, como quien admira su obra recién terminada o buscando detalles qué mejorar.
Con un par de golpecitos, me ordenó separar más las piernas, obedecí de inmediato, se puso en cuclillas detrás de mi, acercó su rostro a mi vagina y dio un par de lengüetazos que me hicieron exhalar y contraer cada músculo. Entonces me beso en la división que separa ambas nalgas, rápidamente se puso de pie y comenzó a azotar con la mano bien abierta. Lo hacía con bastante fuerza, de tal forma que, mi cuerpo se balanceaba de un lado a otro sin poder evitarlo.

Dolía, vaya que dolía, pero era al mismo tiempo una delicia. Mi entrepierna palpitaba, mi clítoris suplicaba atención. Entonces se detuvo, metió su dedo índice y medio en mis rincones, comprobó una excesiva humedad que ya se deslizaba cristalina por uno de mis muslos... Tomó un poco con los dedos, absorbió su aroma, tomó un poco más y la arrastró hacia arriba en un suave y delicado recorrido hasta llegar a ese orificio que, apretado, se contrajo un poco más al tacto... Inmediatamente escuché el sonido del cierre de su pantalón al abrirse, de nuevo cerré los ojos con fuerza y apreté la mandíbula.

Ahora saben ustedes qué orificio eligió.

YoSpankee

jueves, 19 de julio de 2018

INCERTIDUMBRE.

Son segundos de ansiedad, momentos en los que el cerebro lucha contra la humedad de la entrepierna y la confusión hace que el temblor de las piernas, aunque débil, sea evidente.

No puedes hablar, lo tienes prohibido, obviamente quisieras hacer preguntas pero, no eres tonta, sabes que eso sí que te dará la certidumbre de un castigo.
Fue tan rápido, estabas tranquilamente tomando una ducha caliente, a ratos tarareabas esa canción que te pone de buenas, sobre todo en las mañanas.
De pronto, entra tu spanker al cuarto de baño, sin mediar palabras, cierra la llave de la regadera y, de un movimiento brusco, te inclina sobre el borde de la tina...

Es ahí, justo ahí, donde no sabes lo que vendrá. Repasas mentalmente tus faltas, te preguntas si esto será para placer, para castigo o ambas... Si es para castigo, tratas de no obviar la presencia del cepillo de baño... Quizá te penetrará pero, ¿qué orificio elegirá esta vez? ... Cierras los ojos y esperas, simplemente, esperas...

YoSpankee