domingo, 8 de febrero de 2009

Así sería...

Hay días que me levanto con el espíritu rebelde a todo lo que da... me encantaría que mi spanker estuviera conmigo todo el tiempo... lo que hago, lo que digo... aunque lleve plan con maña se queda ahí, no hay quien vea que me comporto grosera o que no comí bien o cualquier pretexto que sería suficiente para terminar en las rodillas de alguien y ser azotada fuertemente...

Días como hoy que termino conectándome a internet para ver algún videillo o leer.. incluso escribir algún relato que satisfaga aunque sea por un momento mis ganas de spank.

No me gusta azotarme yo misma (self spank)... lo que realmente me gusta de todo esto es la atmósfera, el momento... ya saben, el regaño... la carita de 'yo no fui', el resistirme... y el terminar arrepiniténdome de todo con las nalgas rojas, calientes y adoloridas...

Hoy necesito una sesión de spank, pero de esas sesiones largas y fuertes... quizá comenzaría haciendo algún berrinche... desesperando a mi spanker para que con esa carita malhumorada me envíe al rincón... obviamente me negaría y haría una pataleta que le obligaría a tomarme del brazo y, así de pie, aplicarme un par de nalgadas sobre la ropa mientras me conduce hasta una esquina de la habitación y ya ahí me indica que ponga las manos detrás de la cabeza... en cuanto lo haga, con una enorme muestra de descontento de mi parte, tendré que recibir otras 3 o cuatro nalgadas por berrinchuda y desobediente...

Diez minutos después sería llamada a inclinarme sobre las rodillas de mi spanker y al hacerlo un escalofrío recorrería mi piel pues noto que sobre la mesita dispuso unos cuantos instrumentos que utilizará para castigar mi actitud que ha sido bastante desafiante...

Me nalguearía primero sobre los pantalones, como suele hacerlo... bien fuerte desde el principio... después, con toda la calma del mundo y sin parar de regañarme, bajaría él mismo los jeans junto con mi ropa interior..... seguiría nalgueando con esas grandes manos... fuerte, seguro, sin titubeo alguno...

Cuando ya comience yo a moverme y quejarme muy fuerte, sobaría de manera delicada toda la parte castigada y me diría: si te portaras bien, no habría motivo para castigarte, chaparrita...

Entonces tomaría la chancleta y me aplicaría unos cuantos azotes... la dejaría pronto porque no es su favorita... pero entonces tomaría el cepillo de madera y comenzaría a deslizarlo por mis nalgas como avisando que el contacto entre ellos (cepillo y piel) pronto será muy distinto y comenzaría a azotar... una nalga luego la otra... por toda la superficie... creo que pondría especial atención en la parte baja... en el centro... le encanta azotarme ahí... diría que suena muy bien y es cuando yo comenzaría a aceptar que estoy aprendiendo la lección...

De pronto se detendría y se inclinaría hacia mí para preguntarme si volveré a portarme mal... y yo con el sinismo que me caracteriza le diría: pero si yo siempre me porto bien... tú eres injusto y me castigas por nada... Él sonreiría y murmuraría: veo que no aprendes, mi niña...

Con la mano nuevamente comenzaría a azotar... la parte donde termina la pierna e inicia la nalga es donde siempre pega más duro... supongo que en esta ocasión no sería distinto... cada lado será fuertemente castigado y yo ya comenzaría a suplicar que se detenga pero él sabría que no ha sido suficiente aún y seguiría azotando deteniéndose sólo para tomar el cinturón... doblarlo en 2 o 3 partes y decirme: eres una malcriada.... espero que con esto aprendas a comportarte, jovencita... luego se inclinaría hasta mi oído y suavemente susurraría: te quiero, pequeña...

Con una sonrisa yo despertaría del sueño al sentir y escuchar como estalla el cuero del cinturón contra mi cuerpo... 10 o 20 azotes después tendría que mentir al escuchar la pregunta... ¿ha sido suficiente... has aprendido la lección... o quieres más?...

Claro... después de media hora la historia comenzaría de nuevo porque no fue suficiente... necesito más... pero había que hacer un espacio para ser consolada... para que las manos de mi spanker hicieran otra cosa que no fuera azotar... para besar esos labios que son tan deliciosos...

Veo que no entiendes, chaparrita.... ven, sobre mis rodillas de nuevo....


Lástima que todo esto... al menos por hoy... está sólo en mi imaginación!

Bah!

Yo Spankee


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo, hummm, no se? sere Spanker?

Espero saberlo pronto, de cualquier forma, que gran imaginacion, definitivamente me gusta leerte, supongo que te das cuenta que ya soy un lector asiduo.

Saludos.