Por un lado está mi mamá spanko que, como es propio de su rol, está siempre al pendiente de mí, de mi salud y bienestar en general y, puedo asegurar que, más allá del juego, nos une una entrañable y maravillosa amistad llena de cariño y complicidad pero, ojo, eso no impide que, cuando sea necesario (o ella considere que es así), me ponga algún 'hasta aqui' y me dé mis buenas nalgadas.
Por otro lado, y más arriesgado aún, está mi spanker que, con su férrea disciplina y poder para controlar mis acciones y reacciones, me trae bien checadita todo el tiempo. Él también es cómplice, soporte y cariño pero, al igual que mamá, no dejará pasar un solo motivo para ponerme las nalgas bien rojas.
La parte maquiavélica de todo esto es cuando, ellos dos, se combinan o hasta se sincronizan para no dejarme olvidar quiénes mandan aquí y, a pesar de ello, los adoro con toda la fuerza de mi corazón.
Agradezco el cariño, atención y cuidado que ambos me brindan todo el tiempo.
YoSpankee