jueves, 28 de enero de 2021

Entre la espada y la pared.

Es sabido por muchos de ustedes que mi vida spanko es un riesgo constante, los factores que la componen suelen mezclarse de forma extraña para, en algún momento, lograr que yo sola me meta el pie, tropiece y caiga estrepitosamente contra el suelo de mis culpas.


Por un lado está mi mamá spanko que, como es propio de su rol, está siempre al pendiente de mí, de mi salud y bienestar en general y, puedo asegurar que, más allá del juego, nos une una entrañable y maravillosa amistad llena de cariño y complicidad pero, ojo, eso no impide que, cuando sea necesario (o ella considere que es así), me ponga algún 'hasta aqui' y me dé mis buenas nalgadas. 


Por otro lado, y más arriesgado aún, está mi spanker que, con su férrea disciplina y poder para controlar mis acciones y reacciones, me trae bien checadita todo el tiempo. Él también es cómplice, soporte y cariño pero, al igual que mamá, no dejará pasar un solo motivo para ponerme las nalgas bien rojas. 

La parte maquiavélica de todo esto es cuando, ellos dos, se combinan o hasta se sincronizan para no dejarme olvidar quiénes mandan aquí y, a pesar de ello, los adoro con toda la fuerza de mi corazón. 

Agradezco el cariño, atención y cuidado que ambos me brindan todo el tiempo. 

YoSpankee