El año comenzó con planes (en lo spanko) que poco a poco se fueron diluyendo, aún así, en febrero tuve una de las mejores experiencias que, ni la mejor de mis fantasías, podría igualar. De ahí es que gané a la mejor amiga del mundo mundial, fabulosa spanker. Después, por ahí de abril, hizo su aparición quien hoy acompaña mis días spankos.
El contacto fue casual, las charlas diarias, los deseos en común y (como cereza del pastel), vive en la misma ciudad que yo. Conocí a mi spanker vía Facebook, justo en un momento en el que yo no estaba buscando nada pero, sin saberlo, estaba necesitando respirar de manera distinta. Él le ha dado a mi vida un aire fresco, aventuras, sensaciones que jamás había experimentado, retos y deseos nuevos.
Mi familia spanko creció con la llegada de Ángel, mi hermanito. Detrás de ese niño berrinchudo, hay un hombre cariñoso y tierno que me ha adoptado y aceptado con todos mis defectos pero, eso sí, disfrutando también de mis virtudes...
Grandes amigos se han adherido a mi vida, a cada uno les guardo un cariño especial y les agradezco profundamente que compartan sus fantasías conmigo, además de su cotidianidad.
A unos días de dar carpetazo a este agonizante 2019, lo único que puedo hacer es desear que, el año que está por comenzar, sea benevolente para mí y aquellos a los que quiero. Que cada deseo y fantasía se haga realidad, no solo para mí sino para todos los que me leen.
Ahora hay muchos planes, muchas fantasías aún por cumplir, muchas nalgadas qué recibir y esas otras cosas que adetezan la vida de cualquier spanko... Vayamos jubilosos a descubrir los bemoles del siguiente año... Los leo en el 2020.
YoSpankee
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