He perdido un poco de resistencia... algún spanker me dijo una vez que era insaciable, y quizá era así en ese momento. Mi cuerpo era capaz de aguantar severas tundas que dejaban rastros de rojos a morados, no sólo en mis nalgas, también en mis muslos...
No alcanzo a entender de qué se trata, en ocasiones un instrumento puede parecer maravilloso, amigable y por completo delicioso... pero en otras puede ser un instrumento de tortura, incluso psicológica, solo de mencionarlo.
Mi esencia es spankee, la mayoría de las veces, lo que ando persiguiendo, son unas nalgadas bien dadas... por supuesto, con la consiguiente sesión de sexo, humedad y placer. Pero también es cierto que deseo ir más allá... he obtenido muchas cosas deliciosas del spanking... y aunque no soy de la idea de etiquetar situaciones, personas o momentos... quiero trascender, buscar lo que haya más allá. No sé si lo que quiero entra en el denominado bdsm, sumisión, etc... pero hay cosas de ahí que deseo probar.
Al ser spankee algo he de tener de masoquista, disfruto muchísimo el dolor que producen unas nalgadas y azotes con distintos instrumentos... disfruto también de toda la atmósfera que envuelve todo ello: las advertencias, las miradas, las órdenes y hasta la humillación que conllevan estos rituales... aún así, iré por más. Ya no es una duda, no estoy en proceso de resolver si lo hago o no... ¡estoy decidida!
¿Cómo llamarlo?, no estoy segura, pero tampoco tengo necesidad de hacerlo... una vez más, voy con el disfrute como único objetivo... Disfrute mío y de mi hombre, por supuesto...
Y es así que seguimos avanzando... ;)
Yo Spankee
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yo spankee y tú?