Más allá de la sana (aunque triste) distancia, los cubrebocas, el alcohol en gel, el cloro, el jabón aquí y allá; han sido cientos de miles de vidas perdidas y eso, sin importar nacionalidad, credo, raza o nivel socioeconómico, duele... Duele mucho.
Antes del covid, dábamos por sentadas tantas cosas. Quizás éramos felices y de verdad no lo sabíamos.
Quien pretenda tomar esta situación con madurez y filosofía, perdón, pero también lo hacen sin un mínimo de sentimientos, humanidad y empatía.
Cada vez que me pongo sensible y mojo (virtualmente) el hombro de mi spanker, le digo con todo mi corazón lo mucho que deseo que esto termine... Pero sé, estoy segura, que nada volverá a ser lo mismo después del Covid-19.
A quienes lo han padecido, ya sea de manera cercana o en carne propia, les envío un abrazo con cariño y todas las vibras, las mejores y, por supuesto, mis oraciones.
Veamos hasta dónde nos conduce esto.
YoSpankee