Siempre me ha emocionado la idea de ser spankee, lo he vivido y además es mi naturaleza inicial... pero también había tenido la curiosidad por probar el otro lado, por experimentar ser YO la que tuviera el poder en las manos (literalmente...ja!)...
Ahora puedo decir que lo he probado, fui spanker por una vez y debo decir 2 cosas importantes:
1. Me encantó
2. Pagué muy caro mi atrevimiento
Jugando a la mujer fatal me atreví a atarlo... vendarle los ojos y someterlo con fines de pasión y sexo... pero lo lamento, mi espíritu spankee hizo su majestuosa aparición y se transformó al verlo tan indefenso, tan dispuesto para mí... entonces la spankee ya no fue tal... y las nalgadas no tardaron en aparecer pero no fui yo la víctima esta vez...
Creo que no pensó que el jueguito fuera tan 'en serio'... quizá calculaba un par de azotitos y ya... pero no era la idea, no era lo que rondaba en mi traviesita mente de spankee atrevida. De pronto comencé a azotarlo con la mano en las nalgas desnudas, utilizaba frases de spanker que, vaya que las conozco, él mismo me ha dicho en otras ocasiones.
Inventé un par de motivos, lo obligué a levantar bien el culo, también contó en voz alta y repitió frases de castigo... Obviamente todo lo hacía con un 'esto lo vas a pagar muy caro'... y por cada amenaza recibía más azotes así que no le quedó de otra que asumir la situación y recibir el castigo que le estaba siendo aplicado.
Utilicé la mano, la vara y una pala de madera. Debo reconocer que me excitó mucho estar de ese lado, mi YoSpanker salió y actuó inmejorablemente... los ayes de dolor no se hicieron esperar... las súplicas tampoco. Me sorprendió la manera en la que él reaccionó, la forma en la que la sumisión lo hizo su presa, la transformación que tuvo mi espíritu spanko que en realidad no fue tan drástica porque mucho de lo que hacía era pensando en el castigo que posteriormente yo recibiría.
Sus nalgas terminaron rojas, el castigo aplicado fue excelso... la humedad en mi entrepierna era notable y la sonrisa en mi rostro denotaba la satisfacción que sentí en ese momento. La sonrisa se borró unos minutos después cuando la situación fue al contrario, cuando mis nalgas pagaron el terrible atrevimiento de que fue víctima inmerecidamente.
El resto de la historia en el siguiente post... (la venganza)...
Yo Spankee